miércoles, 1 de abril de 2020

Catedráticas del Renacimiento: Beatriz Galindo, Juana de Contreras y Lucía Medrano


Beatriz Galindo, Juana de Contreras, Lucía Medrano, Isabel del Vergara, Isabel Joya, Ana Osorio, Catalina Pacense... La lista de mujeres en las universidades castellanas del Renacimiento es extensa y es preciso investigar más para ampliarla.


Isabel la Católica.
Foto: Isabel del Río ©
Luces y sombras… El reinado de Isabel I de Castilla, como cualquier reinado, contiene momentos que admiramos y otros que deploramos. Sus admiradores focalizan los primeros y sus detractores los segundos, pero nadie niega que fue un periodo interesante de la historia, no sólo castellana sino universal, ni que sea excitante su estudio: son los inicios del Renacimiento en España.

Entre las luces, siempre se destaca la obra cultural de Isabel. La reina católica admiraba la pintura flamenca, y fue una gran coleccionista de arte; estudiaba las obras clásicas, y llegó a poseer una importante biblioteca; y protegía la música, que enseñó a sus hijas. Fue una mujer que se rodeó de un ambiente humanista y que admiraba el saber, como fuente infinita de placer, menospreciando disfrutes momentáneos como la bebida o el juego. En su Corte se repetía: “Jugaba el rey, éramos todos tahúres, estudia la reina, agora somos todos estudiantes”.

Pero Isabel presenta una particularidad en su visión del mundo, una particularidad que otras políticas poderosas de siglos posteriores no han compartido: veía a las mujeres como iguales a los hombres y el famoso “monta tanto, tanto monta…” lo aplicó también a la unidad y colaboración entre sexos y géneros en su Corte.

Siempre estuvo rodeada de importantes consejeras, la más conocida es Beatriz de Bobadilla, y apoyó la labor religiosa de otras, por ejemplo de Beatriz de Silva. De la confianza que depositó en Beatriz Galindo, más conocida como La Latina, hay múltiples testimonios que no sólo hablan del trabajo educativo que esta culta mujer ejercía en la Corte sino también del diplomático. Era traductora de documentos y custodia de los mismos. El emperador Carlos V es a ella a quien primero visita cuando llega a España. Beatriz Galindo guardaba para él un cofre, que le entrega, con documentos de vital importancia para Castilla. Hoy en día, su cargo se denominaría: Jefa de los Servicios Secretos.

Beatriz Galindo fue probablemente profesora en la Universidad de Salamanca y sin lugar a dudas, tutora de cinco reinas (la propia Isabel y sus cuatro hijas). Pero la lista de mujeres que estudiaban en las Universidades de Castilla en aquel entonces es larga. La reina apoyaba, como mecenas y con su ejemplo, y el nuevo humanismo dejaba atrás los prejuicios de la escolástica contra el género femenino.

Juana de Contreras, alumna de Lucio Marineo Sículo, entró en el denominado debate filosófico y político de la época, la querella de mujeres, defendiendo la igualdad por naturaleza de hombres y mujeres. En 1504, discutía precisamente con su maestro sobre lo que hoy en día llamaríamos lenguaje no inclusivo, reivindicando para ella el femenino y no su inclusión como “héroe” ya que era una mujer (en latín, herois, era lo correcto para ambos sexos, pero ella quería usar: heroína).

Podíamos también hablar de Isabel del Vergara, Isabel Joya, Ana Osorio, Catalina Pacense… Pero nos detendremos para finalizar en Lucía Medrano (Luisa Medrano), catedrática en Salamanca y silenciada en siglos posteriores y todavía hoy en día, cuando aún se publican artículos en periódicos que dudan de su existencia, algo que nunca hizo Menéndez Pelayo.

El citado catedrático renacentista Lucio Marineo Sículo la conoció y escribió elogiosamente sobre ella en su obra “De las cosas memorables de España”, en la edición de 1530.

¡Silencios interesados!

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Mujeres que han contribuido al desarrollo de la cultura y la ciencia - CC by-nc-sa 4.0 - María Isabel del Río Esteban

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