La princesa bizantina Ana Comneno escribió La Alexiada, libro de Historia fundamental para entender la Europa oriental de finales del siglo XI y principios del XII y fuente imprescindible de la Primera Cruzada.
Basa de Columna en Cisterna Bizantina (Estambul) Foto: Isabel del Río © |
Ana Comneno nació 1083 en el palacio imperial bizantino de
Constantinopla, en “la cámara de la púrpura”, lugar donde sólo nacían los hijos
legítimos de los emperadores y que daba el derecho a ostentar, el resto de sus
vidas, el título de “porfirogénito”. Ella era la primogénita de Alejo I e
Irene Ducas.
Desde muy joven, Ana demostró su fuerte carácter y rebeldía.
Sus padres, que le otorgaban una educación exquisita, le habían prohibido
estudiar poesía clásica por su contenido “lujurioso”. Ella desobedeció la
prohibición y se encargó de hacerse erudita, también en este campo del saber, a
escondidas y con la ayuda de un eunuco de la corte imperial.
Durante un tiempo, creyó estar llamada a ser nombrada
Emperatriz de Bizancio y el nacimiento de su hermano menor Juan (futuro Juan II
Comneno) la decepcionó profundamente. No se resignó y conspiró el resto de su
vida en aquella corte corrupta, llena de traiciones y asesinatos. Su principal
aliado era su marido, Nicéforo Brienio, pero demostró mayor debilidad de
carácter que Ana y, asustado, la abandonó en 1118. Ana dijo entonces:
"La Naturaleza se ha equivocado en los sexos, ya que él debería haber sido una mujer".
Desterrada, junto con su madre y hermana (parece que el
complot era femenino y que las mujeres no estaban conformes con el gobierno de
los hombres) al monasterio de Kecharitomenene se dedicó al estudio y llevó una cierta vida social con intelectuales de la época. Así, el obispo de Efeso, Jorge Torniques, consideraba que la princesa Ana había alcanzado "las más altas cimas de sabiduría".
Escribió sobre filosofía y medicina, sobre astronomía y
teología, también sobre gramática y literatura, pero su gran obra es histórica,
La Alexiada, quince tomos que son hoy la fuente principal para estudiar la
política bizantina de finales del siglo XI y principios del siglo XII, época
que incluye la Primera Cruzada. En la Alexiada, Ana Comneno describe el miedo
de Constantinopla ante la llegada de los ejércitos occidentales, las dudas de
su padre Alejo I ante la estrategia de los cruzados y la problemática
personalidad de Godofredo de Bouillón. Es el punto de vista bizantino y no ha llegado hasta nosotros ninguna otra fuente griega.
La Alexiada está escrita en griego y sigue el estilo de
Tucídides. Es cronológicamente bastante correcta y muy detallista con respecto
a la geografía, armamento y grupos étnicos y sociales de la época. Refleja el
sentir de una princesa bizantina que se considera heredera legítima del Imperio
Romano y que considera “bárbaros” a franceses o italianos, también “barbaras”
su cultura y costumbres. Piensa que el Papa de Roma no es más que otro patriarca,
siempre por debajo del de Constantinopla y deja constancia de la mentalidad
femenina de la época.
Pero ¿cómo eran los hombres de la época? ¿Por qué las
princesas bizantinas se rebelaban contra ellos? Veamos algunas pinceladas de
las vidas de las tres mujeres desterradas en el monasterio de Kecharitomenene y de la antigua amante de Alejo I.
Irene Ducas, madre de Ana Comneno: provenía de una poderosa
familia y la casaron con Alejo I con quince años. Tuvo que soportar que éste se
coronara excluyéndola de la ceremonia y que la engañara publicamente con María Bagrationi.
María Bagrationi: hija del rey de Georgia y famosa por su belleza. Tuvo unos años de triunfo en la Corte de Constantinopla. Pero cuando la esposa legítima de su amante, el emperador Alejo I, padre de Ana, dio a luz a un hijo varón, fue recluida en un convento.
Eudoxia Comneno, hermana de Ana: compartió el destierro con
su hermana mayor cansada de ser un títere en matrimonios no deseados y alianzas políticas en las que no estaba interesada.
Ana Comneno: inteligente y fuerte, nunca aceptó no poder
reinar debido a su condición femenina. Traicionada por su débil marido, no se sabe exactamente cuándo murió pero todavía escribía en 1148. Es decir,
vivió cerca de 70 años. La Alexiada comenzó a escribirla con 55.
Isabel del Río en Eyup (Estambul) Foto: Isabel del Río © |
Ana Comneno - CC by-nc-sa 4.0 - María Isabel del Río Esteban
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